sábado, 10 de octubre de 2009

TIPOS DE TEMPERAMENTO



Es posible que nada tenga influencia más penetrante sobre tu estilo de comunicación que tu temperamento. El temperamento es una combinación de rasgos de carácter heredados que afectan tu conducta en forma subconsciente. Estos rasgos de carácter se heredan a través de los genes y son responsables, en gran medida, por tu estilo de comunicación, así como por tus acciones, reacciones y respuestas emocionales.


Hay cuatro tipos de temperamentos.

TEMPERAMENTO SANGUÍNEO

La persona sanguínea es extrovertida, un conversador exuberante a quien le encanta hablar y puede fácilmente dominar las conversaciones. Su carácter compulsivo lo incita a contar historias largas, dramáticas y llenas de detalles que lo hacen un favorito en las reuniones sociales. Este apremio por hablar lo transforma en una persona inepta para escuchar. La habilidad de mantener la atención sólo por un corto lapso sumada al hecho de que fácilmente se distrae, complica más aún su dificultad para escuchar. El individuo sanguíneo tiende a ser una persona bullanguera que estalla fácilmente.

TEMPERAMENTO COLÉRICO

El colérico habla libremente, pero es más deliberado que el sanguíneo. Al colérico le disgustan las historias largas y detalladas del sanguíneo. El contaría la misma historia, pero pasaría por alto los detalles insignificantes, iría al grano y entonces seguiría al nuevo punto de interés. Al colérico le resulta fácil decidir por sí mismo y por los demás; pero a menudo puede ser testarudo, dominante y mandón. Los coléricos generalmente piensan que están en lo cierto: y debido a sus mentes prácticas y sagaces, ¡generalmente lo están! Los coléricos son buenos para los debates, pero en el matrimonio son cónyuges argumentativos y sarcásticos.

TEMPERAMENTO MELANCÓLICO


El melancólico, que es introvertido, es excepcionalmente analítico en su manera de pensar. Habla sólo después de hacer un análisis cuidadoso del asunto. Al melancólico le encantan los detalles y es dominado por una disposición caprichosa. A veces es sociable, amigable, y extrovertido, pero también suele irse al otro extremo, hasta el punto de ser retraído, deprimido e irritable. Es extremadamente sensible y tiende a tomar todas las cosas en forma personal. De todos los temperamentos, ese tipo de persona tiene la mayor dificultad para expresar sus verdaderos sentimientos.

TEMPERAMENTO FLEMÁTICO

El flemático habla de manera callada, lenta, deliberada y no combativa. Rara vez se enoja y va casi a cualquier extremo con el fin de evitar las confrontaciones desagradables. Nunca se ríe ruidosamente ni llora fuertemente, y la mayor parte del tiempo es poco expresivo, por lo cual es difícil comprenderlo. El flemático siempre es igual: estable y cumplidor. El sentido del humor seco puede ser divertido, excepto para su cónyuge. Es fácil vivir con él, a menos que su forma de ser lenta y metódica sea una fuente de irritación para un cónyuge más agresivo.

Ningún temperamento es superior a otro. Cada persona se comunica de un modo diferente y único. No hay una forma que sea “correcta” y las otras “incorrectas”. Por lo general somos una mezcla de los cuatro tipos, con uno o dos tipos que predominan. La comprensión de los cuatro temperamentos diferentes me ayuda a entender el estilo del otro. Nuestros temperamentos inherentes juegan un papel muy importante en la determinación de cómo nos comunicamos como esposos.

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